Acicateado por la gran cantidad de comentarios
positivos que he escuchado en conversaciones con amigos y leído en internet acerca
de la obra de Jeff Lemire (Canadá, 1976), decidí darle por fin una oportunidad
a este autor, del que no había leído nada. Lemire ha desarrollado su carrera en
dos frentes: el independiente, con novelas gráficas en las que realiza una
labor de autor completo; y en el cómic de franquicia, escribiendo varias series
para DC (Animal Man, Justice League Dark, Superboy, etc.). Como mi interés por leer cómics contemporáneos
de superhéroes es casi nulo, me decanté por sus obras personales. La más
conocida es la trilogía Essex County, que descarté como acercamiento inicial
por su longitud. Así que me compré su novela gráfica más reciente, The Underwater
Welder, publicada por Top Shelf este 2012, y calificada como ''obra maestra'' y ''uno
de los mejores cómics del año'' por distintos blogs especializados.
La premisa básica de la historia es la de un soldador
submarino llamado Jack, que trabaja como obrero en una plataforma petrolera, a unos cuantos kilómetros de la orilla del pueblo canadiense de Nova
Scotia, y que a pocas semanas del nacimiento de su primer hijo, se ve
enfrentado con una serie de dilemas emocionales, tanto por el recuerdo
constante de la muerte de su padre durante su infancia, como por el
cuestionamiento hacia sí mismo por el rumbo que fue tomando su vida y por haberse
quedado hasta la adultez en ese pequeño pueblo donde nació. La atmósfera
imperante a lo largo de las 220 páginas de la novela gráfica es la de una
especie de limbo introspectivo, un plano onírico y misterioso al que el protagonista se ve sustraído de manera frecuente e involuntaria, tras un accidente en las profundidades marinas,
donde pierde la conciencia mientras realizaba su trabajo habitual.
Luego de haber terminado de leer la obra, he quedado
con sensaciones encontradas, así que paso a destacar lo positivo y lo negativo
del relato. En cuanto a lo positivo, debo resaltar la capacidad de Lemire de
narrar la historia con una extremada fluidez, ciertamente uno se desliza
rápidamente por las hojas, sin encontrarse con baches ni alteraciones en el
ritmo de la narración, lo que es siempre cómodo para el lector, y es algo que
no es tan simple de hacer como podemos suponer. Lemire juega constantemente con
las posibilidades propias del medio, usando splash pages simples y dobles, perspectivas
de todo tipo, reproduciendo magníficamente los paisajes y la geografía de un
pequeño pueblo costero así como del oscuro entorno submarino. Las transiciones entre
los estados de conciencia e ''inconsciencia'', o entre el presente y el pasado
del personaje (los flashbacks son un elemento primordial en esta historia) son
realizadas de una manera armoniosa y con recursos ingeniosos y variados. El
clima intimista y solitario del relato se ve potenciado por la presencia de
poquísimos personajes (básicamente Jack, sus padres y su esposa) que están bien
desarrollados por Lemire.
En cuanto a lo negativo, hay varias cosas que me
dejaron un mal sabor de boca. Para comenzar, el dibujo -si bien es eficaz desde
un punto de vista expresionista, y tiene un muy buen manejo de las luces, y de
las tonalidades grises- es bastante simple, quizá demasiado simple para mi
gusto, y muchas de las páginas dan la impresión de ser bocetos sin
acabar. En cuanto a la temática -que lidia con la reconciliación familiar, con
aprender a superar los fantasmas del pasado para poder ver el futuro con
optimismo- no pude dejar de sentir cierto tufillo a novela de autoayuda o a
manual de superación personal. Finalmente la estructura de la historia es
demasiado redonda, lo que la hace muy predecible, tanto así que más o menos en
la página 150 (cuando vemos al protagonista, de niño, lanzando un reloj al
mar), ya sabía exactamente cómo se resolvería el nudo dramático y cuál sería el
final del relato. Esa estructura de círculo perfecto, ese final azucarado y el mensaje
optimista subyacente, me dejó con una
sensación de inconformidad.
The Underwater Welder es un cómic que merece ser
revisado, que nos ofrece una historia interesante de la que podemos aprender
algo, que se lee con fluidez y que puede brindarnos un par de horas de reflexión
y entretenimiento, con algunos momentos bien logrados de misterio (rozando con el terror psicológico) y expectación (con la idea del descubrimiento siempre postergado de un tesoro). Pero de ninguna manera me animaría a calificarla como una ''obra
maestra'' de lectura imprescindible o algo por el estilo, pues es una historia
bastante simple, levemente cursi, a la que no encuentro mucha trascendencia, y cuyas mayores
virtudes están quizá en la gran cantidad de recursos propios de la narrativa
gráfica utilizados por Lemire, la exitosa representación de un limbo
introspectivo, así como la naturalidad y armonía con las que nos cuenta la
historia.
Buena reseña de Lemire e leído principalmente lo que saca para
ResponderEliminarDC comics, algunos números de superboy, animal man y el de frank agente of shade y salvo la ultima todo lo demás me a gustado, claro que al trabajar para DC significa que te pondrán un dibujante profesional de empresa(no tan indie)
Bueno, quizá los dibujos de esos artistas genéricos que trabajan junto a Lemire en DC me gusten incluso menos que los del propio canadiense.
EliminarLa verdad es que luego de leer The Underwater Welder, no tengo ningún apuro de leer otra obra del autor en el mediano o largo plazo -y menos historias de superhéroes- (a menos claro que caiga algo prestado, que sí lo leería de todas maneras).
Definitivamente creo que los comentarios que calificaban a Lemire como una especie de genio del cómic contemporáneo, eran un poquito exagerados, pero igual es un autor a tener en cuenta.
No sé si me animaría a comprar The Underwater Welder, por lo general soy muy exigente con el arte y las páginas que has puesto me parecen de poco atractivo visual (como dices, bocetos sin acabanr). De Lemire he leído Superboy # 1 (2010), que por cierto me pareció muy entretenido y el dibujante era Pier Gallo, un señor con mucho mayor nivel en lápices y tintas que Lemire.
ResponderEliminarEn Underwater Welder hay algunas páginas en las que Lemire realiza cosas muy interesantes a nivel gráfico, pero hay otras en las que sus dibujos parecen simples bocetos (incluso más que las imágenes que he puesto en este post). En ese sentido la obra es de un nivel gráfico irregular. Pero debemos tener en cuenta también que esta estética pertenece a una determinada ''corriente'' o ''escuela'' de hacer cómics, que tiene una gran demanda en cierto sector del público lector, sobre todo en los últimos tiempos.
EliminarUna de las cosas que dice Jeff Lemire en los agradecimientos al final del libro, es que terminar esta novela gráfica le costó 4 años, y que tenía que hacer lo imposible por buscarse pequeños espacios de tiempo para avanzarla, debido a su gran cantidad de compromisos con DC y Vertigo. Quizá esto le haya jugado en contra, personalmente creo que no se puede lograr nada muy bueno a nivel artístico si es que no se le da una prioridad total. ¡Saludos!