lunes, 27 de mayo de 2013

BEDLAM de Nick Spencer y Riley Rossmo ¿El mal reside en lo que somos o en lo que hacemos?


El escritor Nick Spencer saltó a la palestra del cómic norteamericano con Morning Glories (Image, 2010), una serie sobre un grupo de adolescentes con talentos especiales reclutados por una enigmática secta asesina. Desde entonces ha realizado guiones tanto para DC (Action Comics, T.h.u.n.d.e.r. Agents) como para Marvel (Ultimate Comics: X-Men, Secret Avengers). A fines del año pasado anunció el lanzamiento de su nuevo proyecto propio junto al dibujante Riley Rossmo, titulado Bedlam (nuevamente con el sello Image). Habiendo disfrutado de su propuesta narrativa en Morning Glories, decidí darle un chance a esta nueva serie, de la que acaba de completarse el primer arco argumental.

Macabro espectáculo en el teatro.
Bedlam es el nombre de una ciudad ficticia, que a su vez da nombre a la serie. En términos generales se asemeja a Gotham City, pues sus ciudadanos más célebres son un psicópata asesino (Madder Red, una especie de Joker ultra violento) y un protector enmascarado (The First, un héroe tipo Batman, del que hasta ahora sabemos muy poco). Madder Red mantuvo a Bedlam totalmente aterrorizada durante mucho tiempo, hasta que hace aproximadamente 10 años, se le dio por muerto luego de una explosión dentro de una comisaría. Desde entonces la ciudad ha vivido tiempos de calma, aunque el oprobioso recuerdo de las tragedias causadas por Madder Red (la última de ellas, el asesinato de la totalidad de los asistentes a una obra teatral, niños incluidos) no ha desaparecido del todo.

Los tiempos de Madder Red.
Pero Madder Red no murió, su cuerpo agonizante fue rescatado y ocultado por un oscuro doctor que encuentra en él un espécimen perfecto para poner a prueba sus teorías y tratamientos sobre la posibilidad de rehabilitación total para los elementos criminales. Tras una lobotomía y varios años de experimentos que buscan encaminar su conducta y eliminar sus instintos malignos, Madder Red está listo para la última etapa de su reintegración social. Su médico decide que ya puede dejar el consultorio y comenzar a vivir de una manera relativamente independiente, ahora bajo el civil nombre de Fillmore Press.

Comienza el tratamiento de rehabilitación.
Ese es el status quo en el que comienza a desarrollarse la historia. Fillmore Press es un ser incapaz de sucumbir a cualquier impulso agresivo, o de cometer el mínimo acto de violencia hacia el prójimo o hacia sí mismo, que vive aislado en la habitación de un refugio para desamparados. Pero cuando la ciudad vuelve a teñirse de sangre con una serie de horrendos asesinatos, sentirá el impulso -para preocupación y sorpresa de su médico y tutor- de ponerse en contacto con las autoridades y ayudar a resolver el caso. Si bien en un comienzo se le toma por un demente (e incluso el culpable de los nuevos crímenes), su colaboración demuestra ser eficaz, por lo que la oficial de policía Ramira Acevedo lo acoge como su compañero durante la investigación, que involucra a un andrógino ángel castrado con alas de metal.

Fillmore Press decide ponerse en contacto con las autoridades.
El final del primer arco supone la resolución de este caso (del que no pienso dar mayores detalles, para no quitarles la sorpresa) pero nos deja a los lectores con una serie de dudas y preguntas sobre lo que está pasando con el ex psicópata genocida. ¿Hasta qué nivel ha llegado el proceso de rehabilitación del otrora sanguinario Madder Red? ¿Qué objetivos desea alcanzar ahora al servicio incondicional del bien y las fuerzas del orden? ¿Su actitud es del todo sincera y desinteresada o nos está ocultando algo? ¿Cómo se seguirá desarrollando su relación con Ramira Acevedo, con su ex némesis The First, o el trastornado obispo encarcelado a quien ha decidido confesarle todos sus secretos? ¿Qué acciones tomará su médico, y a quién le rinde cuentas éste a través de llamadas telefónicas? Estas preguntas me generan el interés suficiente como para continuar comprando la serie más allá del primer arco (con el que se despide el artista y co-creador de la serie Riley Rossmo, que ha argumentado ''diferencias creativas'' con Nick Spencer y que será reemplazado -esperemos para mejor- por Ryan Browne a partir del número #7).

El confesor de Fillmore Press, un ex obispo encarcelado.
Si bien este cómic tiene sus puntos bajos, como un dibujo que no pasa de cumplidor, o la inclusión de elementos que me parece que desentonan con el clima de la historia (como el personaje The First), o el uso de conceptos que no son del todo originales (lo de la rehabilitación de criminales mediante experimentos extremos nos remite a ''La Naranja Mecánica''*, mientras que la historia de un asesino que ayuda -con su conocimiento y su propia experiencia- a capturar a otro asesino, y que trabaja junto a una policía, ya la vimos en ''El silencio de los Inocentes''**), tiene por otro lado varios puntos positivos, siendo el principal de ellos el carisma y empatía que los personajes generan en el lector: el bonachón y parlanchín Fillmore Press, con su críptica manera de razonar; el misterioso y lúgubre cirujano y las deformes enfermeras que lo tratan; la aguerrida detective Acevedo (que ahora sabemos se encuentra inmersa en una institución contaminada por la corrupción), etc. Las dosificadas escenas de violencia explícita también colaboran a shockear al lector. Veremos pues qué nos depara el segundo arco agumental, que reseñaré en su momento.

La oficial de policía Ramira Acevedo y su nuevo compañero.
* ''A ClockWork Orange'' (La Naranja Mecánica), película de 1971 dirigida por Stanley Kubrick, basada en el libro del mismo nombre escrito por Anthony Burguess en 1962.

** ''The Silence of the Lambs'' (traducción literal ''El silencio de los Corderos''), película de 1991 dirigida por Johnatan Demme, protagonizada por Anthony Hopkins y Jodie Foster, basada en el libro del mismo nombre escrito por Thomas Harris en 1988.

En ambos casos hago alusión a la película en una primera instancia, pues su fama excede con creces a la de los textos originales que las inspiraron.

1 comentario:

  1. El estilo de dibujo no me gusta para nada, pero la historia se ve interesante.... esperemos que avancen mas numero a ver que pasa... y si se pone bueno pues a ver si cae por aca :p

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