Editorial Sketchboy ¿con sentencia de muerte? (y una autocrítica: pensemos 2 veces antes de hablar del ''boom'' del cómic en el Perú).

Hace dos días hice un post en el que criticaba la decisión de Editorial Sketchboy de interrumpir la publicación de la serie Sin City -incumpliendo el cronograma que ofrecieron a los lectores en un comienzo-, y anunciar un segundo cronograma según el cual la serie comenzará a venderse nuevamente desde el #1, dejando a la gente que ya había comprado los tres primeros números esperando 6 semanas hasta que se publique el #4.

El día de hoy Sketchboy publicó un comunicado en la página de facebook de Sin City Perú, que nos hace ver que la situación de este proyecto está bastante complicada, casi al borde de la quiebra (o de su ''inviabilidad'' para no sonar tan drástico), y también revela que las cosas a nivel editorial en este proyecto no se han venido realizando con la seriedad y el profesionalismo que algunos dábamos por descontados. Leamos el comunicado y luego paso a hacer mis apreciaciones…

Bien, se habla de un bajo nivel de ventas (''aceptable, pero menos de lo esperado''). También se habla de la posibilidad de la cancelación -palabra mayor- y que para evitarla se tuvo que iniciar la venta nuevamente desde el #1 ''para recaudar los fondos que nos permitan imprimir los números restantes''. Esto sí me parece gravísimo, pues Sketchboy está dejando en claro que su manejo editorial y empresarial nunca tuvo la planificación ni la inversión necesaria, y que se recurrió a la ''fórmula criolla'' de ''ir autofinanciándose en el camino''. Esta es una figura muy peruana, lamentablemente. Se organiza una rifa y se espera a que se vendan los boletos para comprar el premio prometido. O se promete un evento o concierto y se espera la venta de entradas para recién refrendar el contrato con el artista. O en este caso se publica una serie, y se esperan los ingresos de cada uno de los números para asegurar el siguiente. Si todo sale bien, no pasa nada, nadie se da cuenta. Pero la mayoría de las veces esta fórmula termina en desastre.

Yo creo que cuando uno se embarca seria y profesionalmente en un proyecto editorial, o de cualquier otra índole (organización de eventos o conciertos por ejemplo) debe asumir responsabilidades. Y sobre todo, contar con la inversión necesaria, al menos para los objetivos a corto plazo. El primer paso que se planteó Editorial Sketchboy fue publicar la primera saga de Sin City, ''The Hard Goodbye'' en 7 cómics formato grapa. Bien, antes de si quiera mandar a imprenta el primer número, debían tener asegurado todo el dinero para publicar -al menos- la totalidad de esos 7 cómics, al margen de los resultados de las ventas de cada uno de los números individualmente. Para que -así gane, recupere o pierda lo invertido- nadie pueda criticar mi labor como editor y el público quede contento al menos con esa primera saga completa, habiendo respetado el cronograma que prometí en un comienzo. Si el proyecto fracasa, pues me retiro del negocio, pero habiendo cumplido de manera irreprochable al menos con el primer paso que me tracé.

Acá lo que está sucediendo es que, al embarcarse en un proyecto editorial sin ni siquiera haber tenido el dinero asegurado para el primer paso que se trazó la empresa, se están haciendo cambios de última hora ¡en plena publicación de la primera saga! lo que a algunos molestará más y a otros menos, pero lo cierto es que la sensación de malestar y desconfianza queda ya instalada en el público consumidor.

Otra cosa que me sorprende de Skethboy es que, ya en el debate generado en la sección de comentarios de su cuenta de facebook, si bien admiten la difícil situación en la que se encuentran (habiendo incluso sopesado la posibilidad de cancelar la serie y admitiendo ya que no sacarán los TPB’s al final de cada saga) en vez de ''ajustarse la correa y pisar tierra'', siguen con la cantaleta de que van a completar los 7 volúmenes de Sin City, o que antes de fin de año van a tener 3 títulos en el mercado. ¡No pues señores! Todavía no se han salvado del naufragio como para que estén pensando (y peor aún, prometiendo) lo que harán cuando lleguen a tierra (si es que llegan claro está). Además, si van a seguir con la ''fórmula criolla'' de ir autofinanciándose número a número, sería mejor que se retiren del negocio, porque utilizando esa fórmula estoy seguro de que van a terminar mal, con alguna saga publicada a la mitad, o dejando huecos de uno o dos meses entre número y número, ganándose el odio y el repudio del respetable.

Hora de ponerse paños fríos en la frente amigos de Sketchboy, olvídense de las promesas, porque no están en condiciones de cumplirlas. Al menos no ahora. Dedíquense a terminar de publicar la primera saga de Sin City a como dé lugar, y recién entonces analicen si están en condiciones de publicar la segunda saga, o de sacar un segundo título al mercado.

Finalmente hay un tema gravísimo, al que no encuentro justificación alguna, y que seguramente hará desistir a miles de lectores de seguir comprando la serie de Sin City. Ya varios amigos me han confirmado (incluso el lector Kevin Puelles me envió amablemente las fotos que mostraré a continuación) que el #3 de Sin City salió con un formato reducido en comparación a los primeros dos números (aproximadamente medio centímetro menos de altura y de costado). Esto obviamente deja la colección estropeada. Si por ahorrarse unos cientos de soles en imprenta decidieron reducirle el tamaño a los cómics, pues lo hubieran hecho a partir de la segunda saga, y no en medio de la que estaba en curso. Y sobre esto no han dicho aún una sola palabra. Realmente deja mucho que desear su manejo editorial. Espero que replanteen todo su proyecto y puedan salir a flote, pero van a tener que esforzarse bastante, porque el público consumidor no perdona dos veces. Esto sin mencionar el tema de la mala ortografía de sus traducciones que aun no ha sido corregido del todo.

Y para nosotros, los difusores, bloggers, críticos, comentaristas, conductores de programas de ''tv'' por internet… que quede claro, a veces pecamos de ilusos y somos muy inocentes para hablar ya de un verdadero ‘‘boom’’ del cómic en el Perú. Muchos de nosotros dimos por sentado que Sketchboy sería un proyecto similar a Vuk SAC (The Walking Dead, Hellboy) y tendría automáticamente el mismo éxito -cuando hemos podido corroborar que hay GRANDES diferencias-, y todo el mundo ya hablaba de fundar su propia editorial. La cosa no es tan simple. Y no seamos tan triunfalistas, que en un parpadeo los sueños se pueden convertir en pesadillas.