Batman: Knight of Vengeance (Caballero de la Venganza)
es una miniserie ''semi-conclusiva'' de tres números, escrita por Brian Azzarello
y dibujada por el albiceleste Eduardo Risso (mancuerna creativa de la aclamada
serie 100 Bullets y de Batman: Broken City), publicada por DC Comics en el año
2011, como tie-in o complemento del macrovento Flashpoint. Actualmente, viene
siendo publicada en nuestro país por el diario Perú.21.
El concepto básico de la saga Flashpoint era presentar
un Universo DC alternativo, en el que el desarrollo de los acontecimientos ''históricos''
hubiesen devenido en una realidad más aciaga y sombría, encaminada hacia lo
catastrófico: Superman no tuvo una infancia feliz en el campo
criado por amorosos padres, sino que fue capturado y enclaustrado por el ejército apenas llegó
a nuestro planeta y utilizado como cobaya de laboratorio. La Princesa Diana y
Aquaman no se convirtieron en aliados y protectores de la humanidad sino se dedicaron a conquistar
y destruir nuestra civilización. Y así por el estilo.
Batman es un personaje nacido de la tragedia. Ya de por
sí -en el colorido Universo DC habitual-, sus aventuras se diferencian de
la del resto de personajes por tener un tono lóbrego y violento. Azarello y
Risso tenían entonces la difícil tarea de crear una versión de Batman aún más oscura
de lo normal. Para ello se decidió alterar la historia del personaje desde la
raíz: en aquel sucio callejón que dio origen a la leyenda justiciera, fue el
crío Bruce Wayne el que murió a manos del facineroso Joe Chill, despertando la
sed de venganza en su padre Thomas (quien asume la identidad de Batman) y enloqueciendo
por completo a su madre Martha.
En este nuevo escenario, Thomas Wayne ha decidido que
la mejor manera de controlar el crimen es teniéndolo bajo control. Su fortuna
es invertida y multiplicada exclusivamente en el negocio del entretenimiento:
casinos, bares, hoteles, los cuales son visitados por los miembros de las
distintas mafias locales. El mercado negro y los negocios ilegales no parecen molestar
a Wayne, mientras él esté al tanto de todo. Pero son los asesinos, violadores, y sobre todo los ''supervillanos'' de Gotham, los que no reciben ninguna
clemencia, y los que -a través de su alter ego Batman- son castigados con la
muerte.
La realidad alternativa en la que se desarrolla esta
historia nos presenta curiosos paralelismos, contradicciones, giros y hasta ''fusiones''
en el cast de personajes. Oswald Cobblepot (el Pingüino) es el contador y
asesor financiero del Patrimono Wayne. Gotham City está protegida por una fuerza
policial privada -Wayne Security- al mando de Jim Gordon. Harvey Dent nunca
desarrolló una personalidad bipolar homicida. Selina Kyle está postrada en una
silla de ruedas y ha asumido la identidad de Oráculo (una fusión con la aquí no
existente Bárbara Gordon).
En el caso de los villanos, pues se les da una
dimensión verdaderamente violenta y criminal: el Joker (en este caso ''la''
Joker) no tiene reparos en secuestrar y asesinar niños, algo que rara vez se le ve haciendo explícitamente en un cómic ''normal'' de Batman. Killer Croc es
presentado como una fuerza bestial que vive en las alcantarillas y se dedica a
comer seres humanos, poco a poco, por extremidades, mientras los ''almacena''
vivos en una oscura bóveda (fuerte ¿no?). Aquí se aprecia que el nivel de abyección que
se les otorga a estos personajes, está muy por encima de lo acostumbrado.
Eduardo Risso realiza un trabajo estupendo. Su dibujo
es muy diferente al del típico dibujante de Marvel/DC con sus anatomías
musculosas y marcadas, y con acabados llenos de ''rayitas''. Risso hace gala de
un trazo estilizado, de una economía provechosa de la línea, y de un excelente manejo
de la luz y la sombra. Juega con fondos planos en algunos casos y otros con
gran cantidad de detalles, sobre todo en los planos abiertos (sus tomas de
Gotham City son de las mejores que he visto). Demuestra también sus incontables recursos en cuanto a ángulos y perspectivas. En
su arte se aprecia la tradición de la gran escuela argentina de la cual
proviene (Breccia, Mandrafina, Muñoz, Meglia etc.) y del mejor Frank Miller,
otra de sus grandes influencias. Acompañado por una de las mejores coloristas de la industria, Patricia Mulvihill, no se puede pedir más.
La miniserie Batman: Knight of Vengeance, pese a
tener unos cuantos guiños y referencias obligados al macroevento Flashpoint -y
que por lo mismo carece de un final del todo concluyente-, se lee y se disfruta
sin embargo como una sobresaliente historia tipo Elseworlds (otros mundos), con bastante
autonomía. Me parece una de las mejores historias de Batman de los últimos 10
años (en realidad no tiene mucho con qué competir, salvo con algunos de los ocurrentes
disparates de Grant Morrison o alguna otra cosilla más por ahí).
Sería magnífico -pero a la
vez poco probable debido a la incompetencia y falta de rumbo con los que se maneja el proyecto
Cómics.21- que también se publique en nuestro país algún día la saga de 6
partes Batman: Broken City (de los mismos autores) para que pueda ser apreciada por el
público masivo peruano.