El pasado
Miércoles 16 de Junio dicté una pequeña cátedra sobre cómics en la
Facultad de Ciencias de la Comunicación de la
Universidad Alas Peruanas, una experiencia realmente inolvidable. Unos días antes recibí la invitación de la alumna
Yessenia Ramos, a ella y sus compañeras les había tocado exponer sobre el tema del cómic en su curso de producción periodística y querían contar con la participación de algunos
''entendidos'' en la materia para dar una charla y complementar su exposición.
En un comienzo dudé en aceptar, pues esto de hablar ante un público de estudiantes universitarios sobre un tema tan amplio, complejo y diverso como el cómic me ponía algo nervioso, pero me alegro mucho de haber participado. El discurso me salió mil veces mejor de lo que había preparado
(se me fueron los nervios totalmente y hablé de muchos temas sobre los que ni siquiera pensaba hablar) y siempre recordaré esta experiencia con cariño. Una sopresa para mí fue descubrir, apenas entraba al aula en la que se llevaría a cabo la charla, que el otro expositor era nada más y nada menos que mi amigo
Carlitos Lavida (ninguno de nosotros sabía que el otro asistiría). Esto definitivamente me llenó de confianza y me permitió relajarme bastante.
Carlitos Lavida y yo estamos trabajando en un proyecto creativo del que
pronto tendrán noticias, si es que siguen visitando nuestros blogs. Las preguntas de los alumnos fueron muy interesantes y como dije antes, me permitieron hablar y reflexionar sobre temas que no tenía en agenda.
Las primeras en hablar
(ante un auditorio colmado) fueron las alumnas, quienes habían preparado una exposición en la que intentaban establecer los orígenes del cómic a finales del
siglo XIX y luego hablaron un poco sobre los comienzos de las grandes editoriales del mainstream norteamericano:
DC y
Marvel. Luego cedieron la palabra a
Carlitos Lavida, quien explicó su perspectiva del arte historietístico desde su posición como autor. También se centró en el cómic nacional y en las posibilidades, perspectivas, logros y defectos de la escena comiquera local.
Llegado mi turno hablé sobre mi experiencia personal como coleccionista de historietas para luego dar paso a una especie de mini-conferencia en la que traté de explicar el desarrollo del
cómic norteamericano (pero también haciendo referencias al cómic europeo, japonés y argentino) a lo largo del
siglo XX, desde las
''comicstrips'' de primera mitad de siglo, pasando por el nacimiento del género superheroico a finales de la década del 30
(y su relación directa con algunas revistas pulp de la época como The Shadow o Doc Savage), las historietas de la
EC Cómics, la época de censura del
Macartismo y el freno creativo que se impuso al medio historietístico, la revolución creativa de
Stan Lee y la
Silver Age del género de superhéroes, el nacimiento de los movimientos
underground y
post-underground (aquí me explayé un poco hablando sobre algunos de sus máximos representantes como los Bros. Hernández, Peter Bagge, y Daniel Clowes) y los cómics en la actualidad, con el boom de las nuevas tecnologías y la diversificación casi infinita de géneros y tendencias. Dediqué unos cuantos minutos a hablar sobre la realidad japonesa
(anime/manga) desde los 50's y también hablé brevemente sobre la realidad europea, cuna de corrientes como el
erotismo (Guido Crepax, Manara etc.) las
aventuras con fundamento histórico (Tintin de Hergé o Corto Maltés de Hugo Pratt) y la
ciencia ficción abstracta/surrealista (Moebius/Jodorowski).
Sello del Comics Code Authority, vestigio Macartista que sigue apareciendo en algunos cómics contemporáneos, incluyendo títulos de la DC y la Marvel.
Hate, obra insignia de Peter Bagge, uno de los máximos representantes del movimiento post-underground norteamericano.
Lo más interesante se dió durante las preguntas de los estudiantes. Había algunos que confundían a los cómics con los dibujos animados, o que creían de cierta manera que, por ejemplo, una animación o una adaptación cinematográfica eran algo así como ''versiones mejoradas'' de un cómic. Allí tuve que explicarles que el cómic es un medio completo en sí mismo, con su propio lenguaje y sus propias características, y cuyas
posibilidades técnicas y creativas son
infinitas (intenté alcanzar al auditorio algunas nociones teóricas básicas sobre la definición del cómic, basándome en textos de Eisner o McCloud) y que si en algunos casos se realizan versiones animadas o cinematográficas de un cómic, pues son sólo eso:
versiones, adaptaciones a otros medios diferentes.
Otra de las preguntas que más me gustó y que me hizo reflexionar mucho fue una acerca de la naturaleza bidimensional de las imágenes de un cómic y cómo pese a ésto se puede llegar a transmitir una sensación de tridimensionalidad. Efectivamente, gracias a la perspectiva del dibujo, al enriquecimiento de los textos y las onomatopeyas, y a la capacidad de los autores para crear movimiento, acción y transcurso del tiempo a través de la secuencialización de imágenes, la lectura de un cómic se transforma en una experiencia tridimensional y que afecta también emotivamente al lector
(lo mismo sucede con la literatura: en un plano material son simples palabras impresas sobre un papel, pero la experiencia de la lectura es una experiencia vívida, llena de imágenes, sensaciones, sentimientos, sorpresas). Incluso se tocaron temas muy controversiales como el de la posibilidad de la utilización del cómic como instrumento de dominio político
(sobre esto comenté que el cómic es un medio de expresión creativa como cualquier otro, susceptible de ser censurado, o de ser utilizado por ciertos grupos de poder para transmitir determinados mensajes que beneficien a sus intereses, pero que no es algo muy usual, y que también hay mucha paranoia al respecto, ejemplo: Hugo Chávez diciendo que los cómics de superhéroes son supervisados por la CIA y que tienen como objetivo lavar el cerebro a los sudamericanos y dominarnos etc.).
En resumen, viví una experiencia muy bonita junto a un gran amigo como
Carlitos Lavida y junto a los entusiastas alumnos de la
Universidad Alas Peruanas. Los organizadores tuvieron la gentileza de obsequiarnos una botella de vino a los expositores
(un vino muy bueno, del que ya di placentera cuenta). Para finalizar este largo post quería mencionar que me parece muy bueno que el cómic esté siendo estudiado y discutido en aulas universitarias, que docentes y alumnos estén mostrando interés en el tema, y que ésta clase de eventos
(charlas, conferencias, exposiciones, presentaciones) se estén multiplicando y expandiendo por la ciudad. Hay mucho que estudiar, analizar y discutir, y hay grandes autores y grandes obras historietísticas que deberían ser leídos masivamente por la juventud estudiantil. Leer buen cómic es una experiencia cultural muy rica y provechosa de la que nadie debería verse privado.
Steve Canyon, una de las ''tiras'' clásicas del estadounidense Milton Caniff.