DRAK es
un cómic en formato one-shot de 50
páginas, publicado en el año 2004 por el autor Diego Rondón Almuelle. La publicación resalta ante todo por su alto
nivel gráfico, comenzando con la portada de un estilo similar al del ilustrador
británico Dave McKean (portadista de The Sandman). El arte
interior mantiene el elevado nivel, y esto puede no ser una sorpresa para los
que conocemos la calidad de dibujante que tiene el arequipeño Diego Rondón, pero
el lector se encontrará también con una historia bien desarrollada y con una
estructura narrativa compleja y coherente, todos estos elementos que brillan
por su ausencia en el grueso de la producción historietística nacional.
Rondón ofrece un trabajo gráfico superlativo, en el que sobresalen los fondos y paisajes (aquí también se nota cierta influencia de McKean en trabajos como Arkham Asylum), y la excelente caracterización de los personajes (no te vas a confundir tratando de descifrar ''quién es quién'', cada personaje tiene un look distintivo particular, en el caso de los ''villanos'' los diseños son realmente magníficos). También hay ciertos guiños a la estética nü-metal, popularizada por bandas como Korn en el diseño de sus discos (de hecho, el muñequito voodoo de la portada del disco Issues hace acto de presencia).
Una muestra de la ''paisajística'' lograda por Rondón en esta obra. |
Lejos de la ciudad, el bosque donde viven Rita y su hija Ana. |
En cuanto a la historia, podríamos enmarcarla dentro
del género horror-gore con elementos sobrenaturales. Con ciertas referencias al cómic-película The Crow (aunque con cierta impronta
moral más ambigua), el protagonista es un vengador de ultratumba que se cobrará
las vidas de aquellos que le dispararon y arrojaron al río. Antes de morir,
mientras su alma era disputada por el cielo y el infierno, la aparición de la
visión de una mujer lo arrancará de ese trance y lo convertirá en un ser
maldito casi indestructible.
La forma en la que se explica el mito, es uno de los
puntos fuertes de la obra. Diego Rondón crea una mitología en torno a la
creación de un DRAK, donde interviene
Rita, una mujer que ha tenido un extraño
sueño y su hija Ana, amante de los
peluches siniestros y de los cuentos de hadas y aparecidos. Ellas viven en un
frondoso y oscuro bosque, en el que también vive la bruja Atcha, quien se encargará de explicarle a Rita el significado de su
sueño, causante de la creación de una nueva encarnación del espíritu vengador.
El erotismo bizarro también se encuentra presente de refilón en DRAK, y Rondón demuestra su pulso con la figura humana. |
Por aquí pasó el DRAK. |
También existe en la obra un curioso juego de
paralelismos, entre la niña Ana y la bruja Atcha, como si la primera de ellas
estuviera destinada a habitar en los limbos sobrenaturales por los que transita
la añeja vidente del bosque. La ciudad también tiene un rol importante, una
ciudad decadente y gris, infectada por el mal, que nos narra muchos de los
acontecimientos desde un punto de vista omnisciente. Y punto aparte para el
grupo de malhechores o -usando un término más bien florido- ''galería de
villanos''. Todos despiadados y con el alma putrefacta, y con un aspecto físico
realmente atemorizante.
Los ''chicos malos'' deciden hacerle frente al ente sobrenatural que los está cazando uno a uno. |
La bruja Atcha pagará el precio de conocer los secretos del origen del DRAK y el método de su destrucción. |
DRAK se
erige como una pequeña obra maestra
del cómic local. Una muestra de la amplitud creativa que puede tener nuestro
cómic, que le cae como una cachetada a aquellos obtusos y cerrados de mente que creen que
la ''novela gráfica peruana'' debe ser sinónimo de conceptos como ''compromiso
social'', ''discusión política'' o ''expresión subterránea o independiente''.
También nos permite constatar que el mejor cómic nacional de los últimos años
ha sido producido en la ciudad de Arequipa,
y no en la capital.
Lamentablemente esta edición, publicada ya hace 8 años,
es muy difícil de conseguir y nunca se imprimió un segundo tiraje. Además, su
autor nunca volvió a sorprendernos con una obra de esta magnitud, y -por motivos
comprensibles- se ha desenvuelto en los últimos años en el campo del diseño y
la ilustración, regresando al cómic muy de vez en cuando, con sus
colaboraciones para el colectivo Pandemia,
donde realiza historietas cortas en las que sigue demostrando su talento, pero
en las que se extraña la ambición con la que desarrolló este proyecto.
Muy chevere el post Guido,sin duda un título excelente(hasta ahora no sé por que nunca pude conseguir una copia impresa de Drak pero sería excelente si Diego se animará en alguno momento a lanzar una segunda edición)
ResponderEliminarHubiera sido genial ver este artículo en dosis, lastima Guido, la verdad uno de mis motivos principales para comprar la revista eran las reseñas de comics y similares...
ResponderEliminarCreo que existe cierta al leer artículos como estos en papel, que no se iguala para nada al leerlos en pantalla(cierta gracia, por cierto, casi olvidada en estos días).
Bueno ojalá algún día te animes a colaborar en alguna otra revista, incluso podrías sacar una propia!
Saludos.
Ojo que Dosis era -y sigue siendo- una revista de distribución gratuita. Si alguien te la vendió pues te hizo una mala jugada.
EliminarA mí también me encanta escribir para medios impresos y estoy abierto a colaborar con cualquier revista o periódico. Claro que eso no depende de mí, sino de los que dirigen dichas publicaciones.
Y lo de sacar una revista propia me encantaría, si algún mecenas capitalista desea financiarme el proyecto pues que se ponga en contacto conmigo.
Qué interesante Guido. Gran descubrimiento. Ojalá se pudiera reeditar.
ResponderEliminarEncontrar un ejemplar de DRAK es toda una odisea, el propio Diego Rondón se ha quedado apenas con un ejemplar para su archivo.
EliminarUna reedición sería estupenda. Quizá si alguna editorial como VUK se animara -Zlatko Pérez Luna ha manifestado que están interesados en publicar material peruano más adelante-, se podría hacer una reedición aunque sea en tiraje reducido (sólo para venta en eventos) y si fuera a color -como fue concebida la obra- tanto mejor.
Viendo las páginas y leyendo lo que has escrito se nota que se trata de un trabajo bien concebido y bien realizado. Ojalá alguien se anime a sacar una segunda edición.
ResponderEliminarGuido, hoy 19 de setiembre me acerque a un kiosko cerca de mi casa para comprar el Peru 21, y tambien el comic Nuevo Vengaores Edad heroica, pero no había cupón. Sabras a que se debio esto.
ResponderEliminarSimplemente se habrán olvidado de imprimir el cupón, así de simple. Porque el cómic de hoy sí lo he visto en varios quioscos.
EliminarActualmente sólo estoy comprando el Batman de Morrison que sale los sábados. Y yo nunca me hago problemas por los cupones pues hay un quiosquero en mi barrio que siempre me vende el cómic suelto a S./3 soles.
¿Dónde puedo conseguir el cómic? D: ¡Por favor!
ResponderEliminarHola Scarlet. El titulo de la reseña incluye la frase ''joya perdida'' precisamente porque -como indico al final de lo nota- se imprimió un solo tiraje reducido en el 2004 y ahora es casi imposible de conseguir. He hablado con el propio Diego Rondón y el me indica que sólo se ha quedado con un ejemplar. Yo también tengo un ejemplar, del que no pretendo deshacerme. Sin embargo es posible que con algo de suerte lo encuentres en algún lado. En todo caso siempre está la posibilidad de que alguna vez se publique una segunda edición. ¡Saludos!
Eliminar¿Sabes si se puede encontrar aunque sea en cbr? quisiera leerlo.
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