El Centro de Lima siempre tratará amorosamente a sus hijos predilectos.

Plaza San Martín, en el Centro de Lima. 

Y con hijos predilectos me refiero a los que llevamos casi 20 años (y hay gente que más, por supuesto) recorriendo sus calles en busca de cómics, libros y revistas. Esa manía la tendremos hasta la muerte y siempre regresaremos, tarde o temprano. Hoy fuí a hacer unos trámites al centro y al finalizar con ellos decidí caminar unas horas por los distintos ''points'' de revisteros y libreros que están salpicados por esta parte de la ciudad. Hace meses que no lo hacía.

Los tiempos corrientes no son una época demasiado buena para conseguir material historietístico en el centro. De que encuentras, encuentras (como me pasó hoy, ya se los comentaré en un momento) pero no en la cantidad y diversidad que encontrabas en el pasado (buenas épocas por ejemplo han sido los años 92-97, 2000, 2003). Sin embargo, ese bichito que como dije líneas arriba nos acompañará hasta la muerte a los ''paseantes centrífugos'' me hizo ir de aquí para allá, disfrutando de la vista: los edificios que me recuerdan a Gotham City, las muchachitas arregladas y minifalderas, los freaks vende-lo-que-sea, el dulce aroma del smog etc.

Después de algunas incursiones infructuosas arribé a uno de los locales del popular ''Eduardo'' (a media cuadra de la Plaza San Martín) y me encontré con una joyita que el destino había guardado exclusivamente para mí. Un ejemplar de la revista española de cómic alternativo / underground ''El Víbora #284'' en perfecto estado de conservación. Este número cuenta con una bellísima portada de Jaime Hernández y contiene cómics de Shelton, Joe Sacco, Peter Bagge, König, M.A. Martín, entre otros. La revista fue publicada en el 2003 pero estaba muy bien guardada dentro de una bolsa selladita al vacío, sin mancha ni doblez alguno. Justamente en ese momento entró Eduardo a la tienda (A Eduardo lo conozco desde las primeras veces que fui al centro, y parece que no envejeciera, está igualito que hace 18 años, parece que siempre hubiera tenido 30 años). Le pregunté cuánto estaba la revista. ''5 soles''. ''¿4 puede ser, Eduardo?''. Asintió. Mientras le alcanzaba las monedas le pregunté ''Oye y no tienes más Víboras?''. ''No, ahorita es la única''. (Por si a alguien le interesa el precio de portada de la revista es de 2.95 euros).

Es cierto, es posible encontrar algunos ejemplares de ''El Víbora'' incluso a S./3 o S./2 soles paseando por allí, pero difícilmente en el estado prácticamente nuevo en el que encontré la revista que me compré hoy. Y yo soy un fetichista total del cómic como objeto: el olor a nuevo, el ver un cómic sin dobleces ni arrugas ni magulladuras por ningún lado me produce un placer especial (por supuesto que lo más importante es el contenido, pero... ¿me entienden, no?). Entonces, ¿a que puedo atribuir lo sucedido esta tarde?, ¿suerte?, ¿casualidad?, ¿estar en el lugar indicado en el momento indicado? No lo sé. Siempre tendré la idea de que el Centro de Lima tratará amorosamente a sus hijos predilectos. Y yo soy uno de ellos. Vaya que sí.

Portada de El Víbora #284 (la resolución está un poco baja y hay un banner publicitario en el medio, pero no encontré otra imagen en la red).