Desde hace unos días se viene formando una especie de
''bola de nieve'' en la internet, y muchos fanáticos y estudiosos de la historieta de todo el mundo se encuentran alborotados, luego de que la página especializada
Bleeding Cool publicara un artículo de
Rich Johnston, donde se indica que hay serios indicios de un plan de
Dan Didio (Vice Presidente y Editor Ejecutivo de la DC Comics) para sacar una serie de precuelas, secuelas y
spin-offs de la novela gráfica
Watchmen, escrita por
Alan Moore y dibujada por
Dave Gibbons en el año
1987.
Mucho se viene diciendo en la internet sobre este hipotético proyecto
(que por el momento no pasa de ser un rumor), algunos fanáticos expresan su indignación ante tal idea, otros se muestran interesados etc. Yo voy a dar mi opinión y a intentar dar algunas luces sobre este asunto, desde una perspectiva un poco más general, más global, prestando atención a algunos elementos que a veces pasan desapercibidos para el público en general
(no en vano he pasado 5 años estudiando Sociología en la universidad, así que trataré de utilizar el enfoque sociológico para analizar este tema) sin dejar de lado, por supuesto, mi opinión personal como lector de cómics y admirador de la obra de
Alan Moore.
Comencemos entonces: ¿Se imagina usted, amigo lector, a una editorial europea anunciando la publicación de precuelas o secuelas de
Tintin, escritas y dibujadas -obviamente- por alguien que no sea
Hergé?, ¿O a alguna editorial francesa anunciando la publicación de una serie de
spin-offs del
L'Incal en los que ni
Jodorowsky ni
Moebius tengan nada que ver? Difícil ¿cierto? Esto es porque los europeos tienen una determinada idiosincracia, una determinada forma de entender y respetar el arte y la obra de los autores, en fín, un concepto diferente de lo cultural. Pero ahora, crucemos el charco y fijémonos en la manera en que se conducen algunas editoriales norteamericanas como
DC o
Marvel. Los presidentes, directores y editores de estas empresas sólo piensan en una cosa: cómo vender más cómics y cómo ganar más plata. Eso es lo que más importa. El contenido de las historietas es lo de menos; la voluntad de los autores, un escollo fácil de esquivar
(1).
Watchmen es una obra completa y terminada, y sus creadores no concibieron ninguna precuela ni secuela.
Watchmen es un círculo perfecto, un universo íntegro, total.
Watchmen fue concebida por la mente de dos personas,
Moore y
Gibbons, pero por una leguleyada, por una jugada corrupta, por un abuso de poder, la
DC se quedó con muchos de los derechos sobre la obra y por ejemplo, ya realizó una
(pésima) adaptación cinematográfica, sin importarle un comino la voluntad de uno de sus autores
(Moore) quien no deseaba que se realice un proyecto de este tipo.
Dan Didio, uno de los más importantes ejecutivos de la
DC en la actualidad, está planeando
violar nuevamente a esta obra, produciendo una serie de secuelas y precuelas a cargo de otros artistas, importándole un cuerno la voluntad del guionista y creador de la misma, o la integridad de la obra.
Todo vale con tal de generar más dinero, esa es la lógica
(2). En una industria como la del
mainstream norteamericano, carente de ideas frescas y en la que se pasan lustros y décadas sin que se publique nada trascendente, nada importante, no queda más que echar mano de las ideas de hace 25 años de alguien más. Es más, lo único que necesitan para generar millones, es utilizar el nombre y la fama de la obra
-el contenido obviamente será diferente, una caricatura patética, tal y como fue la película- y con eso se aseguran que millones de jovencitos descerebrados, acostumbrados a historias del tipo
''todos a mecharse a ver quién se queda con la capucha'' o
''adivina cuántas veces se saca y se pone la máscara la arañita'' o
''cuánto tiempo dura muerto el capitán zanahoria'', se avalancen sobre los estantes en busca de cualquier pedazo de papel que sea presentado como '' lo más
cool del momento'' o ''el evento del año''. Definitivamente, los hijos bastardos de Watchmen entrarían en ésa categoría, y ningún
fanboy, ningún
friki, querrá perdérselo. Leer, comprender o apreciar la obra original no es requisito obligatorio. Es una molestia innecesaria.
Los millones caerán del cielo. Pan y circo para el pueblo. Acción, golpes, capuchas, trajes multicolor, secuelas, precuelas y spin-offs, todo simple y masticadito, no te compliques con las locuras de un viejo barbudo, con un resentido, te meto la mano en el bolsillo, te robo, te doy algo de tu nivel, olvídate del clásico, todo se puede copiar, todo se puede duplicar, te sigo metiendo la mano, nada es único, dame tu billete, compra, compra, el próximo mes sacamos 12 números más, y el próximo 20, ninguna obra es única, no existen los clásicos, no leas cosas que te hagan pensar, lee esto, lee y colecciona, y no te pierdas ningún número o serás un perdedor, sé cool, sé actual, se un imbécil, como lo has sido toda tu vida, y sigue leyendo la basura que te gusta. No te sientas mal, el logotipo es el mismo. Lo actual es lo mejor, lo del mes pasado es viejo, obsoleto. No te pierdas este evento, muchachito, o todos se reirán de ti. Las historias que valen la pena son las que continúan el próximo mes, que no te falte ningún número, dame tu billete, no bromeo.
No me cabe la menor duda de que gente como
Dan Didio o
Joe Quesada -empresarios netos, artistas frustrados que se han encontrado a sí mismos realizando labores administrativas y contando dinero-, son capaces de vender a su propia madre o asesinar a alguno de sus parientes si con eso aseguran el incremento en las ventas de sus publicaciones. Si pudieran, sacarían secuelas y precuelas de la
Biblia, o del
Ulysses de
Joyce, o de las películas de
Buñuel, si pudieran, y si con esto asegurarían crear suficiente
controversia y
boom publicitario para generar
millonarias ventas, gracias a
compradores irreflexivos y compulsivos. ¡Al carajo el arte!, ¡Al cuerno los derechos y la voluntad de los autores!, ¡A los mil demonios la integridad de la obra! No podemos hacerlo con la biblia, tampoco con la obra de Joyce o Buñuel, ¿que hay a la mano? ¿
Watchmen?
¡Tráigan Watchmen, descuarticemos el clásico otra vez! ¡This is America, this is the american way of life, and this is the american way of making business!
Notas:
(1) Subrayo lo de ''algunas editoriales como DC y Marvel''. Otras editoriales nortemericanas de cómics, como Fantagraphics o Top Shelf, por poner dos ejemplos, se caracterizan por un altísimo estándar de calidad en el contenido de todas sus publicaciones, así como por el respeto que demuestran hacia los autores y hacia la integridad de sus obras.
(2) De concretarse este proyecto, quisiera saber qué clase de gente contactaría la DC para encargarse de realizar los cómics. Obviamente, ningúno de los poquísimos autores de calidad que trabajan en el circuito mainstream (Neil Gaiman, Warren Ellis, Grant Morrison y un pequeño etc.) se prestarían para tamaño depropósito, sabiendo que Watchmen es una obra completa y terminada y que sus derechos pertenecen -por derecho y por ética- únicamente a sus credores. Seguramente echarán mano de dibujantes y guionistas mediocres y arribistas, de ésos que abundan por montones en la industria del cómic norteamericano comercial.