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lunes, 6 de febrero de 2012

Alan Moore explica la diferencia categórica entre el uso de personajes literarios clásicos en su Liga de Caballeros Extraordinarios y el uso de sus personajes en el proyecto Before Watchmen de DC Comics.


Dirk Manning, colaborador de la web especializada en cómics Bleeding Cool ha hecho públicas algunas de las declaraciones que diera Alan Moore durante una videoconferencia privada de dos horas y media de duración que fue realizada con motivo de la recaudación de fondos (la inscripción -a la que accedieron 58 personas- costaba $99 dólares) para erigir una estatua de Harvey Pekar junto a una librería en Cleveland. En la conferencia Moore respondió a todas las preguntas de los afortunados espectadores y tocó temas de todo tipo: desde un antiguo interés por la lucha libre, pasando por consejos para magos novatos, hasta dar reveladores detalles sobre su nada positiva opinión de Grant Morrison. Obviamente no podía faltar el tema del momento: Before Watchmen, el conjunto de precuelas del clásico cómic de Moore que DC planea lanzar en los próximos meses.

Enterado de los argumentos justificativos que mucha gente -incluidos directivos de DC y autores involucrados en el proyecto Before Watchmen- viene esgrimiendo, Moore aprovechó para dejar muy en claro la diferencia entre lo que él hace con personajes literarios clásicos en La Liga de los Caballeros Extraordinarios y lo que DC hace con sus personajes en Before Watchmen. Su respuesta es categórica.

Antes de citar textualmente a Moore, Manning (uno de los 58 afortunados participantes de la videoconferencia) resume la respuesta del autor británico: ''Como él lo entiende, la diferencia entre lo que él hace con La Liga de Caballeros Extraordinarios y lo que DC viene haciendo con Before Watchmen reside básicamente en que la primera rinde honor a una larga tradición literaria de irresistibles combinaciones ficticias mientras que la segunda es simplemente la explotación de una obra específica que, en sus propias palabras fue hecha para transcurrir en un tiempo finito y tener un final concluyente''.

Luego, Manning cita textualmente a Alan Moore, quien dice: ''Existe una tradición de personajes desechados del pasado -de la literatura- reuniéndose juntos (...) En la literatura, yo diría que es diferente. Diría que -pese a que pueda parecer lo mismo-, yo no estoy adaptando estos personajes. Yo no estoy haciendo una adaptación de Drácula o Las Minas del Rey Salomón. Lo que estoy haciendo es robar a los personajes. Hay una diferencia entre hacer una adaptación, que es algo maligno, y robar a los personajes, lo que -mientras todos estén muertos o no menciones los nombres- está perfectamente bien para mí. No trato de hacerme el listo, sinceramente pienso que en la literatura existe una tradición que se remonta a Jason y Los Argonautas de combinar personajes literarios (...) Es simplemente irresistible hacer estas combinaciones ficticias. Estas se han realizado durante siglos y siento que soy parte de una digna tradición literaria al hacerlo. Lo de tomar personajes de cómic creados por un viejo al que han estafado, siento que es algo muy diferente... y eso es lo que opino sobre el tema''.

Las palabras del maestro están claras como agua de manantial. Bien explicadito y bien masticadito, hasta ''como para bruto''. El que esté en la capacidad de entender que entienda y el que no puede que no entienda. Pueden leer la nota completa en Bleeding Cool (actualización: en el enlace anterior acaban de colgar el video completo de dos horas y media, así que preparen los cojines, prendan el incienso de cannabis y véanlo).


Artículos relacionados:
- Arcadio Bolaños escribe sobre Before Watchmen y la evolución (o involución) del copyright.
- Sobre ''Watchmen 2'' o el ''american way of making business''.

domingo, 5 de febrero de 2012

Arcadio Bolaños escribe sobre Before Watchmen y la evolución (o involución) del copyright.


El historietista y blogger Arcadio Bolaños ha publicado en su blog Arion´s Archaic Art un interesante artículo sobre el proyecto Before Watchmen, enfocándose en el tema de la evolución (o involución) de los derechos de autor o copyright. Me parece pertinente reproducir en mi blog este lúcido e informado artículo, pues sirve de respuesta a todos aquellos (incluidos -en el colmo de la insolencia- varios de los autores que participan del proyecto Before Watchmen) que justifican esta burda jugada editorial que atenta contra los derechos de autor increpándole a Alan Moore que supuestamente ''él hizo lo mismo''. Sin más preámbulos los dejo con el texto de Bolaños: 

En el año 2010 Rich Johnston compartió en Bleeding Cool un par de noticias que me dieron mala espina. Aparentemente, después de la salida de Paul Levitz como editor en jefe, DC había decidido actuar como una corporación ambiciosa y despiadada... más de lo que era como subsidiaria de Time Warner, una empresa inmensa que sólo se preocupa por las ganancias. Durante años, el editor en jefe Paul Levitz luchó en contra de la perturbadora posibilidad de convertir a los personajes de Alan Moore en algo que su creador nunca planeó o siquiera consideró...

Estamos en el 2012 y, como siempre, Rich tenía razón. DC ha anunciado oficialmente siete miniseries/precuelas de una de las más trascendentes e innovadoras novelas gráficas de todos los tiempos: Watchmen. He visto que muchos de los creadores involucrados en este proyecto justifican sus acciones al explicar que hasta Alan Moore se sirvió del legado de Len Wein en Swamp Thing o el de Siegel y Shuster en Superman. No obstante, ignoran algo muy importante. En el pasado, las editoriales eran dueñas de todo. No existían los títulos que eran propiedad de sus creadores, en ese entonces escritores y dibujantes podían crear universos enteros sin ganar un sólo dólar adicional por el esfuerzo. Siegel y Shuster tuvieron que demandar a DC, y luego de años de litigio DC aceptó con reluctancia que debía pagarles unos cuantos miles de dólares como compensación por los millones que habían ganado con Superman, tanto en publicaciones como en otros medios (televisión, películas, juegos, juguetes, etc.).

Hasta el día de hoy, Stan Lee no es propietario de los personajes que creó: Spider-Man, Fantastic Four, X-Men, Thor, Hulk, Iron-Man, Daredevil, etc. Como consecuencia, hay un largo historial de procesos legales entre Stan y Marvel Comics. En los 80, Alan Moore firmó un contrato con DC. Él escribiría la obra más innovadora del género super-heroico, y lógicamente quería ser el propietario de su creación. El trato con DC era simple: la miniserie de 12 números sería reeditada en un tomo recopilatorio y tan pronto como saliera de circulación los derechos revertirían a Alan Moore. Lo que nadie pudo prever fue que Watchmen se convertiría en el tomo recopilatorio más vendido durante años, incluso décadas. Jamás salió de circulación, todo lo contrario, con ventas que superaban las siete cifras, sería reeditado, remasterizado, convertido en tapadura o en una edición ''absoluta'' y mucho más.

25 años después, Alan Moore está básicamente en la misma situación en la que estuvieron Siegel, Shuster, Stan Lee o Kirby. No es propietario de aquello que ha creado. ¿Es eso justo? Por supuesto que no. En los foros de cómics he leído opiniones de lo más insensibles. Por ejemplo, pareciera que este es un caso de ''justicia poética''. ¿No usó Alan Moore personajes creados por escritores del siglo XIX para series como ''The League of Extraordinary Gentlemen'' o ''Lost Girls''? Bueno, no olvidemos que en el siglo XIX no había leyes de copyright. Por ejemplo, Poe escribía sus libros en Baltimore y, en la lejana Francia, Baudelaire los traducía al francés. Lo irónico es que mientras los libros se vendían muy bien en Francia, él jamás recibió un dólar o un franco por ello. De hecho a Poe nunca se le ocurrió, mientras mandaba cartas a Baudelaire, sugerir un pago por concepto de royalties. Poe murió en la miseria total, y quizá Siegel y Shuster hubiesen corrido una suerte similar si no fuese por el apoyo de la gente. Así que algo debe quedar claro: no había leyes de copyright o trademark en el siglo XIX, al menos no como las conocemos hoy. Los personajes de las novelas de esa época han sido recreados, reinterpretados y readaptados tantas veces y de tantas maneras distintas que son parte de nuestra cultura popular. ¿Cuántas versiones de Peter Pan conoces? ¿Cuántas veces has visto una película o serie de Drácula? ¿Cuando fue la última vez que se hizo una nueva versión de Sherlock Holmes? A los insensatos que acusan a Moore de ciertos ''pecados'', les recomendaría reflexionar con calma antes de lanzar estos alegatos.

Acabo de ver las portadas de las nuevas miniseries de ''Before Watchmen''. DC ha intentado, al menos, reunir a un talentoso equipo creativo. Las portadas son realmente espléndidas ¿y cómo no lo iban a ser con gente tan talentosa como Lee Bermejo, JG Jones o Jae Lee? Aunque Leah Moore (hija de Alan Moore y también guionista de cómics) lo dijo mejor que nadie: ''¿Por qué no hacen nuevas novelas gráficas originales con estos autores de ''Before Watchmen'', o mejor aún, con nuevos talentos? O en vez de eso usen el presupuesto para encontrar el próximo Watchmen''. En una era en la que DC apenas puede producir material interesante y original, hacen lo que siempre han hecho antes: reciclar conceptos del pasado en vez de avanzar hacia el futuro. Entiendo la emoción de los fans, pero esta no es la manera de hacer las cosas. Para mí es simplemente una cuestión de ética; y el hecho de que Alan Moore no aprueba este proyecto debería ser suficiente para ayudarnos a tomar la decisión correcta: no comprar estas secuelas.

Artículo relacionado:
- Arcadio Bolaños, un peruano abriéndose paso en la industria del cómic norteamericano.

viernes, 5 de febrero de 2010

Sobre ''Watchmen 2'' o el ''american way of making business''.


Desde hace unos días se viene formando una especie de ''bola de nieve'' en la internet, y muchos fanáticos y estudiosos de la historieta de todo el mundo se encuentran alborotados, luego de que la página especializada Bleeding Cool publicara un artículo de Rich Johnston, donde se indica que hay serios indicios de un plan de Dan Didio (Vice Presidente y Editor Ejecutivo de la DC Comics) para sacar una serie de precuelas, secuelas y spin-offs de la novela gráfica Watchmen, escrita por Alan Moore y dibujada por Dave Gibbons en el año 1987.

Mucho se viene diciendo en la internet sobre este hipotético proyecto (que por el momento no pasa de ser un rumor), algunos fanáticos expresan su indignación ante tal idea, otros se muestran interesados etc. Yo voy a dar mi opinión y a intentar dar algunas luces sobre este asunto, desde una perspectiva un poco más general, más global, prestando atención a algunos elementos que a veces pasan desapercibidos para el público en general (no en vano he pasado 5 años estudiando Sociología en la universidad, así que trataré de utilizar el enfoque sociológico para analizar este tema) sin dejar de lado, por supuesto, mi opinión personal como lector de cómics y admirador de la obra de Alan Moore.

Comencemos entonces: ¿Se imagina usted, amigo lector, a una editorial europea anunciando la publicación de precuelas o secuelas de Tintin, escritas y dibujadas -obviamente- por alguien que no sea Hergé?, ¿O a alguna editorial francesa anunciando la publicación de una serie de spin-offs del L'Incal en los que ni Jodorowsky ni Moebius tengan nada que ver? Difícil ¿cierto? Esto es porque los europeos tienen una determinada idiosincracia, una determinada forma de entender y respetar el arte y la obra de los autores, en fín, un concepto diferente de lo cultural. Pero ahora, crucemos el charco y fijémonos en la manera en que se conducen algunas editoriales norteamericanas como DC o Marvel. Los presidentes, directores y editores de estas empresas sólo piensan en una cosa: cómo vender más cómics y cómo ganar más plata. Eso es lo que más importa. El contenido de las historietas es lo de menos; la voluntad de los autores, un escollo fácil de esquivar (1).

Watchmen es una obra completa y terminada, y sus creadores no concibieron ninguna precuela ni secuela. Watchmen es un círculo perfecto, un universo íntegro, total. Watchmen  fue concebida por la mente de dos personas, Moore y Gibbons, pero por una leguleyada, por una jugada corrupta, por un abuso de poder, la DC se quedó con muchos de los derechos sobre la obra y por ejemplo, ya realizó una (pésima) adaptación cinematográfica, sin importarle un comino la voluntad de uno de sus autores (Moore) quien no deseaba que se realice un proyecto de este tipo. Dan Didio, uno de los más importantes ejecutivos de la DC en la actualidad, está planeando violar nuevamente a esta obra, produciendo una serie de secuelas y precuelas a cargo de otros artistas,  importándole un cuerno la voluntad del guionista y creador de la misma, o la integridad de la obra. Todo vale con tal de generar más dinero, esa es la lógica (2). En una industria como la del mainstream norteamericano, carente de ideas frescas y en la que se pasan lustros y décadas sin que se publique nada trascendente, nada importante, no queda más que echar mano de las ideas de hace 25 años de alguien más. Es más, lo único que necesitan para generar millones, es utilizar el nombre y la fama de la obra -el contenido obviamente será diferente, una caricatura patética, tal y como fue la película- y con eso se aseguran que millones de jovencitos descerebrados, acostumbrados a historias del tipo ''todos a mecharse a ver quién se queda con la capucha'' o ''adivina cuántas veces se saca y se pone la máscara la arañita'' o ''cuánto tiempo dura muerto el capitán zanahoria'', se avalancen sobre los estantes en busca de cualquier pedazo de papel que sea presentado como '' lo más cool del momento'' o ''el evento del año''. Definitivamente, los hijos bastardos de Watchmen entrarían en ésa categoría, y ningún fanboy, ningún friki, querrá perdérselo. Leer, comprender o apreciar la obra original no es requisito obligatorio. Es una molestia innecesaria.

Los millones caerán del cielo. Pan y circo para el pueblo. Acción, golpes, capuchas, trajes multicolor, secuelas, precuelas y spin-offs, todo simple y masticadito, no te compliques con las locuras de un viejo barbudo, con un resentido, te meto la mano en el bolsillo, te robo, te doy algo de tu nivel, olvídate del clásico, todo se puede copiar, todo se puede duplicar, te sigo metiendo la mano, nada es único, dame tu billete, compra, compra, el próximo mes sacamos 12 números más, y el próximo 20, ninguna obra es única, no existen los clásicos, no leas cosas que te hagan pensar, lee esto, lee y colecciona, y no te pierdas ningún número o serás un perdedor, sé cool, sé actual, se un imbécil, como lo has sido toda tu vida, y sigue leyendo la basura que te gusta. No te sientas mal, el logotipo es el mismo. Lo actual es lo mejor, lo del mes pasado es viejo, obsoleto. No te pierdas este evento, muchachito, o todos se reirán de ti. Las historias que valen la pena son las que continúan el próximo mes, que no te falte ningún número, dame tu billete, no bromeo.

No me cabe la menor duda de que gente como Dan Didio o Joe Quesada -empresarios netos, artistas frustrados que se han encontrado a sí mismos realizando labores administrativas y contando dinero-, son capaces de vender a su propia madre o asesinar a alguno de sus parientes si con eso aseguran el incremento en las ventas de sus publicaciones. Si pudieran, sacarían secuelas y precuelas de la Biblia, o del Ulysses de Joyce, o de las películas de Buñuel, si pudieran, y si con esto asegurarían crear suficiente controversia y boom publicitario para generar millonarias ventas, gracias a compradores irreflexivos y compulsivos. ¡Al carajo el arte!, ¡Al cuerno los derechos y la voluntad de los autores!, ¡A los mil demonios la integridad de la obra! No podemos hacerlo con la biblia, tampoco con la obra de Joyce o Buñuel, ¿que hay a la mano? ¿Watchmen? ¡Tráigan Watchmen, descuarticemos el clásico otra vez! ¡This is America, this is the american way of life, and this is the american way of making business!


Notas:
(1) Subrayo lo de ''algunas editoriales como DC y Marvel''. Otras editoriales nortemericanas de cómics, como Fantagraphics o Top Shelf, por poner dos ejemplos, se caracterizan por un altísimo estándar de calidad en el contenido de todas sus publicaciones, así como por el respeto que demuestran hacia los autores y hacia la integridad de sus obras.
(2) De concretarse este proyecto, quisiera saber qué clase de gente contactaría la DC para encargarse de realizar los cómics. Obviamente, ningúno de los poquísimos autores de calidad que trabajan en el circuito mainstream (Neil Gaiman, Warren Ellis, Grant Morrison y un pequeño etc.) se prestarían para tamaño depropósito, sabiendo que Watchmen es una obra completa y terminada y que sus derechos pertenecen -por derecho y por ética- únicamente a sus credores. Seguramente echarán mano de dibujantes y guionistas mediocres y arribistas, de ésos que abundan por montones en la industria del cómic norteamericano comercial.